Friday, February 23, 2007
Una descripción

A Adriana Córdova Zavala.

Tenía dos días con ese sentimiento en las entrañas. Las condiciones me permitieron tener la oportunidad de visitar por un momento ese sendero de soledad, sin pensarlo de estar cerca de tus ojos. No era difícil, con el tiempo suficiente fui coleccionando imágenes de tu rostro, sonrisa, manos y cuerpo. Sin la razón expuesta cerca, no entendía nada, que podía entender si por ello me perdía todas las noches. Una desesperación invade el deseo de poder mirarla, de tenerla cerca, de por un momento tocarla. Pero ella esta lejos, no pertenece a este mundo, algo tan bello no. Un muerto no merece ver la vida y mis ojos estaban perdiendo la visión. Así vague con la lluvia en los hombros, camine por un tiempo indefinido, hasta que se humedecieron las mejillas con otra lluvia personal. Había silencio. No podía esperar menos él me acompañaba desde hacia tiempo.

Me cruce con muchas ideas, ninguna coordinada. Por ello descarte toda razón de ellas. Seguí, rodee caminos lejos de donde soy. La desesperación era un guía único. No espere más, me retire a reposar en el suelo, le he descrito durante estas quimeras un futuro mutuo, cercano al mío. Todo es imposible en los sueños. Una demencia no es explicada, la sentía y estaba ahí con ella, sin voluntad de abandonarla, ella era la compañera, la crueldad y la derrota de todas las voluntades que había en mí. Pararía, mas no es posible hacerlo, ello esta aquí y al verte más deseo la muerte. Además es agradable destruir. La historia lo dice. Porque no destruir una historia. Describirla es violar mi derecho a callar, pero no puedo negar una historia más a la humanidad, no puedo. Querer algo sin la voluntad no es posible, mas con la demencia invadiendo las entrañas ello corroe la mente, cierra la vista y destituye la realidad.

Al llegar el tercer día me decidí. Espere el tiempo suficiente para que salieras, aún la melancolía albergaba en la mente la posibilidad de volver a verte. Sin más ni más te acercaste, o por lo menos eso supuse, mire tus ojos y en un arrebato de violencia logre tirar. Verte caer no fue difícil. Lo figure tan lento como me fue posible, simple. Solo que no podré contarlo porque los muertos no hablan. Y esa condición ya estaba marcada para mí.

 
Post de druida a las 11:07 PM | Enlace permanente |


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